Las cartas de cancelación tienen la finalidad de anular un servicio o compromiso previamente contratado por el emisor. Por lo general, este tipo de cartas están estrechamente vinculadas a la cancelación de servicios de suscripción o pago recurrente, como son el gimnasio, la luz o las líneas telefónicas, aunque también pueden utilizarse con cualquier otro compromiso vigente.
Tipos de Cartas de Cancelación
Estructura
La redacción de una carta de cancelación es bastante simple, siempre y cuando se tenga en cuenta la siguiente estructura básica:
- Lugar y fecha de redacción y envío de la carta, en la parte superior.
- Destinatario, con su nombre y apellidos, así como el cargo en la empresa. Si la carta se dirige a una compañía o institución y no se conoce la persona destinataria lo mejor es poner «a quién corresponda».
- Cuerpo donde debemos introducir nuestros datos en un primer párrafo, indicando nombre, apellidos, número de identidad y domicilio, y nuestras pretensiones en los párrafos siguientes, especificando el motivo por el que solicitamos la cancelación. Aquí es importante dejar claro qué es lo que queremos con la carta.
- Cierre, donde basta con incluir un «esperamos su pronta respuesta», acompañada de una despedida formal, nombre, apellidos y firma del emisor.
¿Es recomendable utilizar cartas de cancelación?
Sí, es recomendable. Hay que tener en cuenta que este tipo de cartas son documentos escritos que dejan constancia de nuestra intención de romper con un compromiso. En caso de juicio, dicho documento sería prueba fehaciente de nuestra intención de cesar con la relación el día en que se firmó y envió la carta.
En cambio, si no hay documentación escrita, es complicado demostrar que se ha solicitado la cancelación, de hecho muchas compañías exigen comunicación escrita para cancelar un servicio, por lo que lo más aconsejable es utilizar siempre cartas de cancelación por si acaso.